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3era etapa de mi Camino a Santiago.

(Entre el 1 y el 5 de abril de 2007).
El domingo 1 llego con mi coche hasta Sarria. Pernocto en el Alfonso IX (ahí dejo aparcado mi "Aygo") y salgo a caminar. ¡El día es alucinante y el paisaje es absolutamente deslumbrante! Hasta las piedras son verdes, por el musgo. Los arroyuelos cantarines y los pajaritos se aúnan para un verdadero concierto cursi, completado con paisanos amables y peregrinos entregados… Me encuentro con Britta (alemana) y Adel (británico). Luego camino un rato con Jane, una australiana que esta haciendo sola el Camino. Dice que el país es seguro y el Camino lo es más. Luego me encuentro con Juan y Ana, una simpática pareja de catalanes. Juntos, cruzamos un montos de “pueblos”, algunos de ellos de solo un par de casas. Vilei, Barbadelo, Rente, Peruscallo, Cortiñas, Lavendeira, Brea, Ferreiros, Mirallos, Pena, Couto, Mercadoiro, Mouras, Parrocha, Vilacha...
Tras cruzar el Miño, me hospedo en el “Hotel Jardín” de Portomarín y ceno en una pulpería. Ese día, el recorrido fue de 22 kms.
El martes, una vez más, el tiempo es bueno y el paseo inolvidable. La mayor parte del tiempo camino entre bosques de montaña. Estoy más cansado que ayer y con los músculos más adoloridos, pero aguanto bien los 20 km de la jornada. Como siempre, tomo muchas fotos. Cruzo Toxibo, Gonzar, Castromaior, Hospital, Ventas de Narón, Prebisa, Ligonde, Eirexe, Portos, Vilar de Donas, Lestedo y Valos. Al llegar a Palas de Rei, me hospedo en un establecimiento moderno y bonito (aunque económico) llamado “La Cabaña”.
El miércoles paso por Aldea de Riba, Pontecampaña, Casanova, Porto de Bois, Cornisa (primer pueblo de La Coruña). Sigo por La Corniza, como un bocata en Leboreiro, pasando muy cerca del famoso “Pazo de Ulloa”. Descubro que hay muchos “Somoza” en la zona. Sigo por Disicabo, donde me encuentro con Raúl y Carminha, una simpática pareja de catalanes, con quienes llegamos al único pueblo grande / pequeña ciudad del recorrido, Melide. Ellos se quedan ahí, pero yo continúo y paso por Carbadall, Parabispo, Bonete… Empiezo a sufrir por mi rodilla derecha. Los abductores tampoco están muy bien. Algo más adelante, en Pomariño, me encuentro con Catherine, una norteamericana muy simpática, residenciada en Madrid. Me deja su bastón (insiste) y, tras cruzar Pedrido, me acompaña hasta un bar en Ribadixo de Riba, a 4-5 km de Arzúa, donde tomo un taxi hasta la ciudad. Me alojo en el Hostal "Frade”.
Al día siguiente, voy a Lugo en autobús y de ahí a Sarria donde recojo el coche y regreso a Madrid.
La próxima vez, lo juro, termino el viaje.