Mucho, como ahora verás. Yo disponía de apenas diez-doce días de vacaciones y mis objetivos eran ambiciosos: conocer el Guggenheim (mi última visita a Bilbao fue hace veinte años) y hacer 200 Km del Camino de Santiago (100 son suficientes para recibir "la Compostela", el certificado de que se ha hecho el peregrinaje). Y me permití unir las dos cosas.
La primera parte funcionó perfectamente: con mi flamante "Aygo" viajé hasta Bilbao, me alojé una noche en el "Indautxu" y visité el Guggenheim al día siguiente. Me dejó absolutamente impresionado. Conozco el Louvre, el Prado, el Hermitage, la Galería de Uffizi, el MOMA, el Guggenheim de New York... y creo que éste está a la altura de cualquiera de ellos (en cuanto a continente, no en cuanto al contenido, claro). El trabajo de Frank O. Ghery es fabuloso. Además, no creo que la construcción de ningún museo haya cambiado tanto su entorno como en este caso. Todo Bilbao ha cambiado.
En cuanto a la exposición correspondiente a estos días es "Rusia": una muestra que abarca desde el arte ortodoxo ruso, pasa por las colecciones reales de los siglos XVIII y XIX, nos muestra el arte ruso de los siglos XVII y XIX y, cómo no, el llamado "realismo socialista".
Lamentablemente, no he podido incluir mis propias fotos de la muestra, porque están prohibidas las cámaras en el interior del recinto. Los pocos ejemplos que aquí presento han sido bajados de la red.
Concluida me visita al Guggenheim, me dirigí a Ponferrada (a 202 km de Santiago), dejé mi coche en un aparcamiento y empecé mi caminata, equipado con un morral y un hermoso bastón que tardé dos años en tallar, desde que decidí hacer el viaje.

El ambiente en el Camino es extraordinario. Los peregrinos "creen" en su proyecto y, supongo, "se sienten" mejores a lo largo del mismo. Todos son amistosos, colaboradores, amables... Yo hice varios amigos (franceses, italianos -los más abundantes-, alemanes, catalanes...), sobre todo un catalán, Jesús, que me acompañó todo el segundo día, a lo largo de 28 interminables kilómetros ya adentrándonos en Galicia y subiendo, siempre subiendo. Bajo una lluvia interminable en un paisaje increible. Jesús todavía debe estar caminando. Porque yo, después de pasar un noche durmiendo sobre el suelo en el sótano del albergue de La Faba (las habitaciones estaban llenas), amanecí con los pies... ahorrádme la descripción. Digamos que fueron 30 kilómetros caminando... después de haberse formado unas grandes ampollas.
Hoy, todavía estoy restableciendo, trás cuatro días en cama, con tres visitas el médico, mucho antibiotico, etc.
¡Pero las fotos valieron la pena! ¡Y el año que viene, sigo con el viaje!

El primer día llego a O Cebreiro, un impresionante conjunto histórico-arquitectónico. Me hospedo en el albergue de San Gerardo de Aurillac. El 2do día, caminando siempre al lado del río Sarria, llego hasta Triacastela. Por el camino, charlo con una campesina que me dice que el paraíso tiene dos caras. Que ellos “ven la noche antes de que caiga el sol”, porque están lejos de todo, no hay servicio médico, no hay teléfono y en invierno quedan totalmente aislados. Me topo también con Amador que me detiene para hablarme de derechos humanos. Parece que lo tiene jodido el alcalde, un socialista a quien acusa de pertenecer a una mafia. Almuerzo en Sta. Ma. Del Poio, en el Alto del Poio y paso la noche en Triacastela. Por la mañana del día siguiene, visito la iglesia del pueblo y le prometo al párroco, el padre Augusto Losada, traducir al ruso algunos de los textos que el ha preparado para los peregrinos. Cruzo el río en el Couto de Ouribio (ver fotos) y llego hasta el Monasterio de Samos. Lamentablemente, estaba cerrado. Almuezo en "A Veiga", un hotel donde me atiende un camarero venezolano, un "Hijo er'diablo". Ya un poco agotado, llego hasta Sarria, donde termina mi recorrido. Hasta la próxima etapa.
Para ver las fotos, hace "clic" arriba, encima de la foto.
Después de varios años sin ver a la familia, me anime a visitarla. Pasé las vacaciones en Florida, en Fort Lauderdale, y celebré, como ya es tradición en la familia, dos navidades. Las católicas y las rusas, el 6 de enero. Mamá, lamentablemente, estuvo en una clínica, convaleciendo, durante toda mi estancia. Eso sí, la visité todos los días. Pero ello me impidió visitar a algunos buenos amigos que tengo en Florida. Alexandra Zanic, Scott Hollingswort y Mariolga, Eduardo Fesdjian, DiNallo...
En cuando a mamá, en varias ocasiones le permitieron pasar un día en casa, para cenar con la familia. Nonok y Steve fueron mis anfitriones, amables y buenos compañeros. Gracias.
para un reportaje de “Micronews”.
¿No conocéis Pedraza? Es una hermosa villa medioeval, amurallada, en el piedemonte segoviano. Pedraza fue declarada Conjunto Monumental en 1951 por la excelencia de su conservación y es un sitio realmente extraordinario para pasear entre sus cuidadas casas muchas veces centenarias, deleitarse con su exquisita gastronomía (el cordero y el cabrito son excelentes; la atención, aún mejor), hacer compras o pasar la noche en un entorno privilegiado, lleno de quietud y cargado de historia.
Adolfo y yo elegimos Pedraza para hacer un reportaje fotográfico sobre "Microcar", uno de esos pequeños coches que pueden conducirse sin carnet y que, hoy por hoy, es nuestro principal cliente. El modelo fue Fernando, gran amigo de ambos. Os invito a ver las fotos.

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